La comunidad LGTBIQ+ de Singapur está de celebración desde el pasado domingo, día en que Lee Hsien Loong, su primer ministro, anunció la derogación de la ley que castigaba el sexo entre hombres con penas de hasta dos años de cárcel.
Heredada del periodo colonial británico, la comunidad LGTBIQ+ de la región llevaba años luchando por su derogación; tal lucha alcanzó su máximo apogeo cuando en 2018 la India revocó el mismo decreto.
La derogación ha venido acompañada de unas breves pero esperanzadoras palabras del primer ministro: «Aunque seguimos siendo una sociedad ampliamente conservadora, las personas homosexuales ahora son más aceptadas en Singapur, especialmente entre los singapurenses más jóvenes».
Una de cal y otra de arena
La noticia de la derogación de la Sección 377ª del Código Penal singapurense ha puesto el foco ahora en la posibilidad de legalizar la unión matrimonial entre personas del mismo sexo. Lamentablemente, durante su comparecencia el primer ministro aseguró que el Gobierno no tiene intención de cambiar la definición de matrimonio y que este seguirá siendo concebido como una unión entre un hombre y una mujer: «Según la ley, en Singapur solo se reconocen los matrimonios entre un hombre y una mujer».
La situación LGTBIQ+ en Asia
La homosexualidad es legal en la mayoría de los países del Lejano Oriente. De hecho, Corea del Sur, Japón y Tailandia se encuentran en una situación similar a la de algunos países europeos y latinoamericanos, y es posible que pronto pueda legalizarse la unión civil entre personas del mismo sexo.
En la otra cara de la moneda están países como Birmania y Uzbekistán, donde la homosexualidad es ilegal y se aplican penas menores. En el sudeste asiático la homosexualidad es ilegal en Malasia y legal en Indonesia, donde la influencia del islam se traduce en una fuerte homofobia social; en Filipinas la homosexualidad estuvo penada hasta la última reforma constitucional.
En Laos las relaciones entre personas del mismo sexo fueron despenalizadas y legalizadas, mientras que en Corea del Norte y Vietnam no se ha mencionado en los textos legales que penalicen la homosexualidad bajo el régimen comunista.
